¿Quién no ha soñado alguna vez con lograr unas comunicaciones instantáneas y ubicuas? El salto de la tecnología móvil analógica a la digital supuso, ya a finales del siglo XX, un gran paso en la carrera para la implantación de unas infraestructuras de información y comunicación que, con el transcurrir de los años, se han tornado más rápidas, flexibles y fiables.
Tres décadas después, el despliegue de las redes móviles de quinta generación (5G), cuya implantación en Europa está prevista para 2020, representa indudablemente un salto de calidad respecto a las primeras redes digitalizadas (1G, 2G…), y están llamadas a transformar radicalmente nuestra experiencia online.
Caracterizadas por su capacidad para, además de conectar personas, para enlazar masivamente objetos (IoT), las redes ultrarrápidas, que ya se están probando en España, Italia o Reino Unido, abren la puerta a tantas aplicaciones como la mente humana pueda imaginar.
De acuerdo con los expertos, las redes 5G soportarán aplicaciones de realidad virtual o aumentada que procurarán a los usuarios experiencias inmersivas y alumbrarán nuevos productos y servicios, e innovadores negocios o industrias. Las nuevas velocidades permitirán automatizar los procesos empresariales, desde la planificación a la logística pasando por el desarrollo, elevando también la eficiencia y minimizando los costes.
Con una disponibilidad superior al 99%, las nuevas redes 5G generarán impactos muy positivos sobre la productividad de las personas y la competitividad de las empresas debido a la ingente cantidad de datos que podrán transportar a velocidades de hasta 10 Gbps (alrededor de 100 veces más rápido que 4G), lo que sin duda contribuirá a mejorar la experiencia del usuario. Permitirán además reducir el consumo de energía en alrededor de un 90%, y alargar la vida útil de las baterías.
Una vez se inicie su despliegue comercial, las instituciones y empresas, con independencia del sector al que pertenezcan, podrán afrontar con mayores garantías de éxito su transformación digital, apoyándose en unas redes ultrarrápidas en las que la latencia será solo un vestigio del pasado.
Aplicaciones para todo y todos
La red móvil 5G será la infraestructura sobre la que correrán las más innovadoras aplicaciones y servicios. Sanidad en red, coches conectados y autónomos, streaming, cloud, robótica, automatización, realidad virtual y aumentada, fábricas inteligentes se generalizarán gracias a las capacidades de comunicación en tiempo real de los miles y miles de dispositivos que la 5G interconectará.
Por ejemplo, el sector retail, el inmobiliario, o la sanidad online utilizarán la realidad virtual para, respectivamente, facilitar las compras a sus clientes, organizar visitas a propiedades en venta o estudiar las enfermedades, sus causas y tratamientos, que podrán ser prescritos en remoto.
El sector de la seguridad también agilizará sus procesos con la incorporación de aplicaciones en tiempo real de autenticación biométrica, cámaras online, sensores, IoT o drones. Del mismo modo que los servicios financieros podrán extender entre sus clientes las ventajas de realizar sus transacciones a través del móvil.
Otro ámbito en el que jugará a favor la alta capacidad y baja latencia de las nuevas redes es el del acceso a contenidos audiovisuales, facilitando la descarga de películas enteras en menos de 10 segundos.
También los sectores de turismo y del marketing podrán ofrecer experiencias inmersivas en tiempo real a sus públicos objetivo gracias a 5G. Y el sector de la automoción, con la información recogida y transmitida por sensores de IoT, podrá alcanzar el sueño del coche conectado, en el cual el conductor toma decisiones informadas para evitar cualquier incidencia. Con el paso del tiempo, las redes 5G harán realidad el coche autónomo, que reemplazará definitivamente al conductor, y a más largo plazo, por qué no, al coche volador.